Si no llueve en agosto, no hay magosto

Pues debió de llover en agosto, y bien, porque nuestra fiesta de magosto fue todo un éxito. Ya sabéis que en esto de organizar fiestas en O Lecer somos expertos y es que contamos con el mejor de los equipos: nuestros olecereños y olecereñas con sus ganas de pasarlo bien y de participar en toda la organización del evento, nuestros trabajadores y amigos de O Lecer, que consiguen que hasta los preparativos sean divertidos y las familias de nuestros olecereños, siempre dispuestos a compartir con nosotros un buen momento.

La fiesta se celebró la tarde del viernes 8 de noviembre pero mucho antes ya fuimos a recoger las castañas. Las residentes Luisa Barreiro y Rosa Pérez se apuntaron a ir con sus profesionales de referencia Rocío y Ana Francisco. El día 30 empezamos a preparar las castañas entre todos para que quedaran listas para asar y cocer y, por recomendación de Isaura y su hija Pilar, las congelamos para que estuviesen más ricas para el día 8.

Días antes de la propia celebración tuvimos también que preparar entre todos toda la decoración con guirnaldas e hicimos un mural con fotos de los residentes durante los preparativos, que resultó muy didáctico ya que reflejaba lo que significa el magosto para nosotros. Además, preparamos los cucuruchos para las castañas y unas rifas en las que se sorteaban productos elaborados y empaquetados por nuestros olecereños y olecereñas como las pastas olecereñas, los bombones rocareños, las bufandas y las carteras; rifas cuya recaudación va destinada a obtener fondos para las actividades del 2020.

¡Y llegó el gran día! ¡Y cómo los disfrutamos, de principio a fin! La tarde comenzó con la Charanga Roupeiro que nos deleitó con baile, música y cantos. La siguiente actuación fue la del mago Antonio, un amigo de Eulogio que nos deleitó con varios trucos de magia y chistes. Después tocó disfrutar de las castañas, que asamos con ayuda de Roberto, el marido de Rocío, una de las trabajadoras de O Lecer y pusimos el toque dulce con unas deliciosas bicas. A continuación tanto los familiares como los residentes pudieron disfrutar de una sorpresa muy entrañable, y es que la hija de Rosa Pérez, conchabada con nosotros, representó un teatro de copla que nos dejó a todos con la boca abierta.

Para finalizar la tarde realizamos el sorteo de las rifas y cantamos todos juntos «Apaga o candil». Aunque nuestros olecereños seguían teniendo más ganas de fiesta así que, por petición popular, cenamos unas empanadas de xoubas que elaboramos con las xoubas que fuimos a comprar al Mercado del Progreso con nuestras olecereñas Luisa Barreiro y Fina Fernández.

Cómo podéis ver lo pasamos realmente bien. Las fiestas celebradas entre todos siempre son un éxito y muy positivas para nuestros residentes que las disfrutan una barbaridad. ¿Os venís a la próxima? 😉

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