Hoy hablamos con…Andrea, nuestra fisioterapeuta

La fisioterapia en geriatría se centra principalmente en recuperar los rangos articulares, la fuerza muscular, entrenar la marcha y el equilibrio y sobre todo evitar caídas. Pero sin olvidarse de la parte social. Hoy hablamos de ello con Andrea, nuestra fisioterapeuta, que lleva en nuestro hogar desde septiembre haciendo a nuestros residentes sentirse mucho mejor.

 

Además de fisioterapeuta especializada en neurología, Andrea es educadora social, lo cual influye mucho en su forma de trabajar; para ella es muy importante el contacto directo y constante con nuestros olecereños; el diálogo es fundamental. “Me especialicé en el concepto bobath, lo que trata es de recuperar la función teniendo en cuenta el entorno, la tarea a realizar y cómo era la vida del paciente antes de sufrir una lesión o patología. Está más enfocado al tema neurológico pero también lo puedes aplicar a trauma porque al final lo que te interesa es recuperar la función en todos los casos. Intento conocer los gustos de cada uno, cuáles son sus intereses. Me gusta implicarles a ellos en el tratamiento desde la primera sesión, me intereso por saber qué les interesa recuperar, que no siempre es lo mismo que me interesa a mí. Pero vamos negociando, hoy un poquito de lo que quieres tú y mañana me dejas a mí trabajar otra cosa. »

Andrea se preocupa por saber si notan cambios, si se sienten bien con las sesiones. Para ella es importante detectar cuáles son las dificultades que encuentran en el día a día y cuales son sus potencialidades, porque es necesario conocer sus puntos fuertes para ir avanzando cada vez más o para mantener una situación y que no vaya a peor.

 

Esta es su primera incursión en el mundo de los mayores y sin embargo, se ha adaptado a la perfección y muy rápidamente, “nunca había trabajado en geriatría, estoy muy contenta, es muy interesante y satisfactorio. Me encariño pronto con ellos” y acompaña sus palabras con una sonrisa.

 

Habitualmente sus sesiones son individuales pero está empezando a incorporar alguna sesión grupal por las tardes, en las cuales se entrena el equilibrio, la recuperación de la marcha, pero desde un punto de vista más ameno y en grupo, que es muy necesario porque a veces hay personas que funcionan muy bien individualmente pero que no se implican tanto en las actividades grupales, lo cual también es importante “porque al fin y al cabo la fisioterapia también tiene que ver con lo social, te ayuda a reincorporarte a tu vida tal y como era o lo más parecido, así que tenemos que mezclar la terapia física con lo social. Para ellos es importante el sentirse ellos mismos. Como se crea un clima de intimidad en las sesiones, te van comentando como sienten que les falta algo, como esto afecta a su autoestima, como les puede influir el mejorarlo a la hora de no aislarse, de sentirse bien con su imagen social. Es muy importante que se relacionen con su entorno y que se sientan útiles.”

En las primeras sesiones se comienza con bloques articulares pero luego Andrea intenta hacer sesiones más dinámicas, ya que hacerlos activos es importante para ganar autonomía, “es necesario que se impliquen. A veces cuesta porque estar en una camilla es muy cómodo pero tienes que ir buscando su actuación. A veces me miran en plan “uy, esto ya no me gusta tanto” pero después de un tiempo te van comentando como van mejorando, que tienen menos dolor o que se mueven mejor y entonces es cuando les haces ver que seguro que tiene mucho que ver el hecho de que ellos también estén colaborando”

 

Con su paciencia y perseverancia, nuestra fisio va consiguiendo que nuestros residentes recuperen funciones y movimientos que habían perdido.“Normalmente te dicen “quiero caminar mejor”” , pero para lograrlo primero hay que trabajar otras cosas, como el control del tronco o la fuerza en los miembros inferiores y por tanto, hay que explicarles que existen unos pasos previos, más tediosos pero necesarios para lograr su objetivo, “porque al final caminar nos parece muy fácil pero realmente es más complejo de lo que parece, por ejemplo, igual me pongo a trabajar en el movimiento de estar tumbado en la camilla y levantarse y te dicen “pero si esto yo ya lo sé hacer pero claro, de esta forma estás trabajando muchos componentes de la cadera, control en el tronco, del equilibrio o de la musculatura profunda que son necesarios”

 

Andrea ya es una más de nuestra gran familia y en O Lecer se siente “en un ambiente familiar y de confianza. Esta es su casa de verdad. Hay mucho contacto entre todos, lo considero como un hogar y los ves a todos contentos y tranquilos, a mi eso me facilita muchísimo el trabajo, que ellos siempre estén cómodos. Tengo claro que si puedo escoger voy a trabajar en un lugar como éste, que concuerde con mi filosofía de trabajo” y bien contentos que estamos de que nos hayas escogido.

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